Cicatrices y queloides

Una cicatriz aparece cuando el tejido epitelial es desgarrado o cortado. La restitución del tejido conectivo se efectúa mediante el crecimiento de fibroblastos jóvenes; entonces el espacio dejado por la herida es «tapado» con tejido fibrilar (con características similares al que forma los músculos), de ahí que la cicatriz tenga una textura distinta a la piel. Algunas evidencias sugieren que los ciertos fibroblastos (los miofibroblastos) están en condiciones de contraerse y así desempeñar un papel en la contracción de la herida.

 

Su coloración varía a lo largo del tiempo: son rojas al principio y posteriormente, en un plazo aproximado de un año, se hacen blanquecinas o adquieren un tono similar al de la piel. Cada zona del cuerpo tiene una tendencia de cicatrización: los párpados es donde mejor cierran y el escote donde peor.

 

Así pues, una cicatriz es una alteración permanente de la apariencia dérmica consecutiva al daño y reparación colagenosa de ésta.

 

Cicatrización

 

Existen tres etapas para la cicatrización:

1. Inflamatoria; con aumento de la vascularización , la llegada de células inflamatorias y plaquetas, con la formación del tapón y la costra superficial.

 

2. Proliferativa; donde se produce el acumulo de fibrina y colágeno comenzando así a formarse la regeneración y tensión de la herida, las mismas fibras serán las encargadas al final de esta fase de tensar los bordes de la herida. En algunas localizaciones esta tensión resulta contaproducente por que limita la posterior función.

 

3. Remodelación; esta comienza aproximadamente al mes y se prolonga a un año o más, en la que se produce la reabsorción del colágeno, limitándose a mantener solo las fibras que se encuentras en relación a la línea de la herida.

 

Las cicatrices pueden formarse por muchas razones diferentes: pueden ser resultado de infecciones, cirugía, lesiones o inflamación del tejido. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo; su composición varía por lo que la apariencia puede ser plana, abultada, hundida o coloreada, como también puede ocurrir que duelan o provoquen picazón. El aspecto final de una cicatriz depende de muchos factores, incluido el tipo de piel y la localización en el cuerpo, la dirección de la herida, el tipo de lesión, la edad de la persona que tiene la cicatriz y su estado nutricional.

 

El procedimiento específico para reducir una cicatriz será determinado por su médico basándose en lo siguiente:

  • Su edad, su estado general de salud y su historia médica.

  • La severidad de la cicatriz.

  • El tipo de cicatriz.

  • Su tolerancia a ciertos medicamentos, procedimientos o terapias.

  • Las expectativas para la trayectoria de la condición.

  • Su opinión o preferencia.

 

Las cicatrices suelen desaparecer con el tiempo. Mientras se curan, se puede utilizar maquillaje para cubrirlas. Existen determinadas técnicas dermatológicas que ayudan a hacer menos visibles las cicatrices. No obstante, el tratamiento sólo mejora la apariencia de la cicatriz, pero no la borra por completo.

 

Si la cicatriz está abultada pero no ha salido de los bordes de la herida, se la denomina cicatriz hipertrófica y, si sale de los bordes, se llama queloide. Nunca desaparecen por completo, pero sí que se pueden atenuar y a veces lo hacen espontáneamente. En caso contrario, el médico estético aplicará el tratamiento más adecuado al caso. Se pueden utilizar infiltraciones entralesionales y láseres.

 

Los queloides son lesiones de la piel formadas por crecimientos exagerados del tejido cicatricial en el sitio de una lesión cutánea que puede ser producida por incisiones quirúrgicas, heridas traumáticas, sitios de vacunación, quemaduras, varicela, acné, radiación, piercings o incluso pequeñas lesiones o raspaduras. La mayoría de los queloides se aplanan y se hacen menos visibles con los años. Los queloides extensos pueden limitar la movilidad de las manos, pies o extremidades, además de causar problemas estéticos.

Historia en la medicina 

Los queloides fueron descubiertos por los cirujanos egipcios ya en el 1700 a. C. Jean Louis Alibert identificó el queloide como una entidad en 1806 y lo llamó cancroide. Posteriormente, modificó el nombre a queloide, con el fin de evitar una connotación cancerígena. La palabra se deriva del griego chele, que significa garra de cangrejo, y el sufijo -oide, con forma de. Su clínica en el Hospital Saint Louis fue por muchos años el centro mundial de dermatología.

Queloides intencionales

 

Los Olmecas utilizaban la escarificación como medio decorativo de sus cuerpos. En la era moderna, las mujeres de Nubia, en Sudán, también intencionalmente se escarificaban con queloides faciales como forma decorativa. Los grupos étnicos africanos Nuer y Nuba utilizan implantes labiales, tatuajes y queloides en la región frontal, mentón y sobre el labio. Como parte del ritual, los nativos de Papúa Nueva Guinea se realizan incisiones en la piel, en las que después insertan barro o ceniza de manera que estas desarrollen tumefacciones permanentes. Este ritual, doloroso, hace a los miembros respetados por su comunidad tribal, siendo honrados por su coraje y resistencia.

 

Tratamientos

  • Cirugía: requiere grandes cuidados pre y post operatorios. Algunos queloides que reaparecen tras su extracción pueden ser más grandes que los originales, existiendo cerca de un 50% de probabilidad de recurrencia tras la cirugía. Sin embargo, los queloides son menos propensos a reaparecer si la remoción quirúrgica es combinada con otros tratamientos. La remoción quirúrgica o por láser puede ser seguida de inyecciones intralesionales con corticoides para tratar evitar la recurrencia de los queloides. La sutura de la piel incluye técnicas como la plastía en V y en W como formas de reducir la tensión dérmica, lo cual reduce la incidencia de la recurrencia de estas lesiones tras la extracción.

  • Apósitos: los apósitos húmedos ejecutados en gel de silicona u hojas de silástico han sido ensayados exitosamente como forma de reducir la prominencia de los queloides a lo largo del tiempo. Este tipo de tratamiento es seguro e indoloro, aunque algunos pacientes han experimentado un dolor sostenido por un extendido período de tiempo.

  • Esteroides inyectables: los esteroides inyectables son utilizados principalmente cuando la cicatriz comienza a espesarse y cuando el paciente posee un historial de formación de queloides. Series de inyeciones con acetonato de triancinolona u otro corticosteroide pueden reducir el tamaño del queloide, aunque las inyecciones pùeden ser un tanto incómodas.

  • Compresión: las vendas de compresión aplicadas durante varios meses sobre el queloide, provocan la reducción de las dimensiones de la lesión. Funcionan mejor cuando se utilizan para prevenir de nuevas lesiones.

  • Criocirugía: la criocirugía es un excelente tratamiento para los queloides pequeños y que ocurren en pieles levemente pigmentadas. Frecuentemente es combinada con inyecciones mensuales de cortisona. El uso de la crioterapia es limitada ya que causa la despigmentación de la piel, la cual es congelada. También se corre el riesgo de reducción de la circulación sanguínea subyacente. Su efecto es una quemadura local por congelación.

  • Radioterapia: puede ser usada, pero en bajas cantidades para no afectar órganos internos. La radiación ortovoltaica es más penetrante y levemente más eficaz. No se conocen pruebas de que pueda causar alguna forma de cáncer tras muchos años de uso, pero su principal incoveniente es que es una terapia cara. Tratamientos con radiación pueden reducir la formación de una cicatriz si es usada luego de una cirugía, durante el tiempo en que la herida quirúrgica se está curando.

  • Terapia con láser: es una alternativa a la cirugía convencional de remoción de queloides. El láser puede descascarar bien la piel superficialmente pero no reduce del todo la masa del queloide. El uso de láser de colorantes no ha mostrado mejores resultados que el laser frío.

  • Nuevos tratamientos: el uso de drogas para tratar enfermedades autoinmunes o cánceres se ha mostrado promisorio. Esto incluye interferón, fluoruracilo y bleomicina. Son necesarios estudios y certificaciones complementarias antes de recomendar su uso en forma generalizada.

 

Enlaces externos

Obtenido de «http://es.wikipedia.org/wiki/Queloide«