¿Qué es la Homeopatía?

Un gran método terapéutico complejo y difícil con el que podemos conseguir la curación de la enfermedad.

La elevada misión del médico, su única misión, es la de restituir al enfermo en su salud, lo que se denomina: curar” (S amuel Hahnemann, Parágrafo 1 Organon de la Medicina).

La curación ideal consiste en restituir la salud de manera rápida, suave y permanente, o sea en extirpar y aniquilar la enfermedad en toda su extensión por el camino más breve, seguro e inofensivo, en base a principios fácilmente comprensibles” (Samuel Hahnemann, Organon de la Medicina, Parágrafo 2).

El Médico debe saber qué “debe ser curado en las enfermedades, lo que hay de curativo en las medicinas, y como adaptar lo que hay de curativo en las medicinas a aquello indudablemente mórbido que ha descubierto en el paciente.”

No debemos limitarnos a curar los síntomas, sino que queremos llegar a curar la enfermedad.

La experimentación científica, fruto de la casualidad, llevó a Hanhnemann a trabajar con sustancias tóxicas a fin de conocer sus efectos.

Para evitar la intoxicación, diluía y agitaba el remedio a fin de homogeneizarlo, dándose cuenta  que incluso cuando no existía sustancia material en las diluciones, estas desarrollaban en el probador diferentes síntomas, los propios de cada remedio.

Hahnemann disminuyó las dosis de sus remedios para evitar las agravaciones a las que daba lugar a sus pacientes, temiendo que iban a perder eficacia terapéutica, pero lo que observó fue precisamente lo contrario, es decir, que a medida que las dosis disminuían no sólo desaparecían los efectos indeseables, sino que el efecto terapéutico era mayor.

La evidencia clínica

Fue de este modo, buscando el efecto más rápido y suave, como siguió diluyendo progresivamente y sobrepasó sin saberlo esa barrera molecular; pasó por así decirlo, del medicamento químico al medicamento físico.

Por consiguiente, la utilización de dosis no materiales no es un capricho de los homeópatas ni una excentricicidad del método, sino una práctica impuesta por la experiencia, por la evidencia clínica.

La dilución crece, la potencia también

Todo homeópata ha confirmado miles de veces que un proceso patológico que no se soluciona con una potencia 6, puede hacerlo con una 30, con una 1.000 ó con una 10.000, de manera que tan necesarias resultan unas como otras.

De Dalton a Benveniste

En 1805, John Dalton: Las sustancias están formadas por pequeñas partículas materiales, los átomos (del griego atomos, indivisible).

En 1805, Gay-Lussac: Ley de los volúmenes de combinación: “los volúmenes de los gases que reaccionan entre sí o que se producen en una reacción química están en la relación de números enteros pequeños”.

En 1811, Amadeo Avogadro: “Bajo las mismas condiciones, volúmenes idénticos de diferentes gases contienen el mismo número de moléculas”. Esto no se aceptó inmediatamente por la ciencia, hubo que esperar hasta 1858 en q ue Stanislao Cannizzaro mostró la aplicación sistemática de la hipótesis que se convierte así en Ley de Avogadro.

Entre 1983 y 1989, experimento de Benveniste: Al agregar anticuerpos anti IgE, los basófilos se decoloran. Pues bien, añadió soluciones muy diluidas de Anti IgE, diluciones  cuya  concentración  era inferior a 10-24  y observó que estas diluciones (semejantes a las altas diluciones homeopáticas) también inducían la decoloración. Es decir que dosis no materiales de anti IgE operaban el mismo efecto que las dosis materiales antes utilizadas.

Los resultados ponían en evidencia la acción biológica de las dosis infinitesimales.

Al hilo de estas observaciones publicadas en la revista “Nature” se propuso la hipótesis de que el agua que había sido utilizada para diluir la anti IgE, debía conservar una suerte de “memoria” de la sustancia

A pesar de que importantes sectores de la investigación de vanguardia conciben desde hace ya algún tiempo la realidad objeto de la ciencia como algo que va más allá de lo estrictamente cuantificable, pasarán todavía algunos años hasta que el común de los científicos esté listo para aceptar que dosis no materiales de un medicamento pueden tener un efecto biológico real y curar enfermedades.

 

Dinamización – Potentización

Dinamización: Mecanismo por el cual la energía curativa de una sustancia diluida aumenta merced a la energía mecánica que se le propina.

Potentización: Resulta de la combinación de la dinamización con las diluciones sucesivas, siendo las distintas potencias homeopáticas, el resultado de aquellas operaciones.

Similia, simillimum, curentur

Dando un determinado medicamento o remedio, dinamizado y potentizado homeopáticamente,  a un paciente cuya enfermedad consistiese en un conjunto de síntomas semejantes a los que ese medicamento había producido en los experimentadores, dicho remedio bien administrado, producirá la curación del paciente.

Homeopatía acto para curar

Curar es disminuir el grado de la enfermedad o bien hacerla desaparecer por completo.

Disminuir el grado de la enfermedad significa que el paciente se encontrará mejor de modo estable, sin necesidad de recurrir diariamente a medicamentos paliativos, se sentirá más seguro y menos dependiente del médico y de los medicamentos, más libre, más operativo, y el proceso debe ir en aumento, es decir que esa mejoría estable será cada vez mayor hasta alcanzar eventualmente la curación completa.